Si te gusta leer y te gusta dibujar, seguro que alguna vez has pensado en ilustrar cuentos o diseñar portadas de libros. A lo mejor, como yo, cuando eras pequeña escribías tus historias y también las ilustrabas.

El tipo de dibujo, más o menos realista, más o menos detallado, más o menos moderno... cambia completamente la apariencia y participa activamente del mensaje que está recibiendo el lector.
Por eso es muy importante que antes de empezar a dibujar conozcas bien tanto la historia como los personajes y la época en que se desarrolla.
En este proyecto las ilustraciones eran sobre Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll, que fue publicado en 1865.
A lo largo de todos estos años se han hecho muchísimas versiones diferentes de Alicia, y todos conocemos bien la versión de Disney.
El libro original estaba ilustrado por Sir John Tenniel, y con la aprobación de Lewis Carroll. Son unas ilustraciones preciosas por su estilo, tan propio de la época y por la maestría del señor Tenniel. Originalmente eran grabados en blanco y negro y pocos años después se hizo una versión coloreada que también tiene su encanto pero que a Carroll no le hizo mucha gracia.
La figura del autor ha estado siempre rodeada de polémica por su amistad con niñas pequeñas y su afición a tomar fotografías de ellas. Lo cierto es que resulta muy llamativo y un poco escalofriante en nuestra época, pero en su momento era costumbre entre clases altas. La propia Alicia Liddell tuvo siempre un recuerdo muy cariñoso de la época en que conoció a Charles Dodgson, el verdadero nombre de Lewis Carroll, y defendió al autor con vehemencia.
De cualquier modo nos quedamos hoy con el libro de Alicia y con su fantástica historia, y la multitud de versiones que se han publicado e ilustrado, además de películas y dibujos animados.
Aquí os dejo mi versión de la historia.