Dibujar el cuerpo humano es uno de los retos que más respeto inspiran a la hora de aprender. Incluso aquellos que dibujan muy bien a veces tienen problemas para representar el cuerpo humano con realismo. Lo principal en este caso, es tener en cuenta las relaciones de proporción en todo el cuerpo como unidad, y entre las distintas partes del cuerpo.
Dicho de otra manera: existe una relación de tamaño entre las distintas partes del cuerpo y el cuerpo en su totalidad: el tamaño de los dedos en relación a la mano, el tamaño de la mano en relación al brazo, el brazo con respecto al cuerpo... esa relación de proporcionalidad se basa en unas medidas matemáticas que hacen que visualmente el conjunto se considere armonioso.
Si, se trata de relaciones matemáticas en cuanto a los tamaños. Desde la antigüedad se ha estudiado la manera de establecer esta relación de proporcionalidad entre distintas partes del cuerpo humano, y para ello se buscaba una unidad de medida que pudiera servir de referencia. En el caso del cuerpo humano esa unidad de medida es el tamaño de la cabeza, y con cuántas cabezas se pueden definir tronco y extremidades y la totalidad del cuerpo.
Por el número de cabezas se establece un "canon": El canon, palabra que proviene del griego, se refiere a una regla en las proporciones perfectas o ideales del cuerpo humano, y alude a las relaciones armónicas entre las distintas partes de una figura.
Se sabe que los egipcios utilizaron en la práctica el canon para la representación escultórica de la figura humana, pero en lugar de tomar la cabeza como módulo, lo hicieron con el puño, de forma que los cuerpos tenían de alto 18 veces el tamaño del puño, distribuido proporcionalmente en distintas partes del cuerpo (dos para el rostro, diez desde los hombros a la rodillas y seis desde éstas hasta los pies).
Esta idea fue puesta por escrito por primera vez en la Grecia Clásica por Polícleto, escultor del siglo V a. C., en un libro técnico titulado Canon, en el que era importante el concepto de symmetría como unas reglas de la proporcionalidad que debía tener la figura humana en las obras de arte para conseguir que tuvieran belleza. Aunque el texto no se ha conservado, diversas fuentes indican que fue ejemplificado por el artista en una escultura que se piensa que era el Doríforo, con una proporción de 7 cabezas.
En el siglo siguiente (Siglo IV a.C) las figuras aparecen más esbeltas, como en el Apoxiómeno
de Lisipo, que corresponde a una proporción en la que la altura total llega hasta las 8 cabezas.
Para Plinio el Viejo, maestro por el que conocemos mucho de esa época, esta diferencia es por
que estos artistas idealizaban la belleza como un concepto espiritual, y no como algo real.
Lo mismo ocurría con el cuerpo femenino, como podemos ver en este ejemplo de la Venus
de Milo dentro de las siete cabezas y media o las ocho.
Como sabemos, los romanos tomaron lo mejor de cada uno de los territorios que fueron conquistando en los siglos en los que su imperio dominaba todo el Mediterraneo, y también aprendieron de las proporciones establecidas por los artistas griegos. A la aristocracia romana le gustaba tener reproducciones de obras que ya entonces se consideraban clásicas, y su forma de representar la proporción del cuerpo humano era la misma.
Cuando los siglos de dominación romana se diluyeron bajo el avance del cristianismo y también las distintas invasiones de pueblos bárbaros, muchos de los conocimientos se perdieron, entre ellos los referentes a la arquitectura, al arte y también a la proporción.
En toda la edad media, la proporción en la representación del cuerpo humano no se considera de un modo natural, y no porque los artistas "no supieran pintar", sino que utilizaban las proporciones como elementos expresivos, como ya habían hecho los egipcios en su momento.
Dicho de otra manera, lo más grande era lo más importante, independientemente de su tamaño real, porque la representación artística estaba principalmente vinculada a la religión y a las enseñanzas a un pueblo analfabeto que conocía las historias sagradas por las esculturas y pinturas de las iglesias. Las personas no se representaban de una manera natural, sino como
símbolo del dios o del santo que representaban, y de acuerdo a la divinidad iba el tamaño.
El Hombre de Vitruvio o Estudio de las proporciones ideales del cuerpo humano es un famoso dibujo acompañado de notas anatómicas de Leonardo da Vinci realizado alrededor de 1490 en uno de sus diarios. Estamos en los comienzos del Renacimiento.
Representa una figura masculina desnuda en dos posiciones sobreimpresas de brazos y piernas e inscrita en una circunferencia y un cuadrado (Ad quadratum). Se trata de un estudio de las proporciones del cuerpo humano, realizado a partir de los textos de arquitectura de Vitruvio, arquitecto de la antigua Roma, del cual el dibujo toma su nombre. Los escritos de Vitruvio se recuperaron en esta época, después de 15 siglos, y sirvieron como origen al renacimiento y a la edad moderna.
en 1506, cerca de Roma, se encontró la famosa escultura del Laoconte y sus hijos. Se trata de
un conjunto escultórico de origen griego, del periodo helenistico, datado en torno al año 42 de
nuestra era. Fue tal la influencia de este hallazgo en todos los artistas del periodo, que cambió
completamente la forma de representar el cuerpo humano.
Fueron muchos los artistas que en esta época hicieron estudios de proporción en el cuerpo
humano: aquí tienes algunos ejemplos importantes de conocer.
Esta imagen es un fragmento de los muchos estudios de anatomía de Leonardo Da Vinci que se conservan. A Leonardo el tema de la proporción en las formas le interesaba bastante, también desde el punto de vista anatómico, y su relación con la función y el movimiento.
Este es un libro de los 4 que Alberto Durero escribió sobre la proporción del cuerpo humano en
el año 1528. Durero fue el artista alemán más famoso del renacimiento, y tuvo mucha influencia
en el norte de Europa. Estos cuadros de Adán y Eva, nos dan una idea de su concepto de la proporción del cuerpo humano.
Michelangelo Buonarroti (Miguel Angel) 1475-1564, es uno de los más grandes artistas de todos los tiempos. También se interesó por la representación del cuerpo humano, como vemos en este dibujo suyo. Los estudios de anatomía son frecuentes entre los artistas, el conocimiento de lo que se dibuja facilita su representación. En este tipo de dibujos la influencia del Laoconte es muy clara.
En obras de artistas del renacimiento podemos ver que esta proporción se aplicaba igualmente a las mujeres, como podemos ver en la obra de Botticelli “El nacimiento de Venus” (derecha), y se continuó aplicando durante los siglos sucesivos, como como se muestra en la célebre obra de Rubens “Las tres gracias” (izquierda). En ambas la idealidad de belleza y proporción femenina aparece representada con el canon de las 8 cabezas.
La influencia humanista en los siglos posteriores fue definitiva en la representación del cuerpo humano en el mundo del arte: realista pero idealizada. Se representa el cuerpo tal y como es, pero pocos artistas salen del concepto de belleza representado por un cuerpo bien proporcionado.
En este punto hablemos un poco de la desproporción. Velázquez, en el siglo XVII retrató, además de reyes, a los bufones de la corte. La condición física de la persona forma parte de la expresión de la obra, como podemos ver en este ejemplo, donde la expresión de la cara y la mirada acapara toda la atención.
En ese sentido el mismo Leonardo, siglos antes, hablaba de la proporción de cada cuerpo y no de una idea de proporción general e ideal. La belleza de cada cuerpo está en su propia armonía y en su propia proporción.
En la edad contemporánea, el arquitecto francés Le Corbusier creó un nuevo canon de proporciones humanas al que denominó modulor (2,26 metros de altura), para aplicar tanto en la construcción de edificios como en el diseño de mobiliario y objetos comunes. Estableció así una serie de medidas "estandar" que han condicionado la fabricación de ventanas, puertas, las alturas de los techos, las medidas de los muebles... la función de los objetos condiciona su forma y sus medidas.
Como todo en el arte contemporaneo, la proporción pasa a formar parte de la expresividad de la obra, y dependiendo de lo que se pretende transmitir, se representa de un modo natural o se deforma de modo expresivo. Hay muchos ejemplos, pero aquí se muestran dos obras de Dalí: la figura en una finestra y las tentaciones de San Antonio. En cada una de ellas los cuerpos aparecen proporcionados de acuerdo a la sensación que transmite cada pintura.
Y después de recorrer toda la historia del arte occidental, ¿Qué proporciones usamos en la actualidad para representar el cuerpo humano? Pues principalmente el canon de 8 cabezas como podemos ver en la siguiente ilustración.
En realidad dependiendo de para qué vas a usar la ilustración, las figuras se hacen considerando distintas proporciones.
Canon de 7 cabezas y media que corresponde a la figura común.
Canon de 8 cabezas, corresponde con la figura ideal. Usado por escultores y pintores.
Canon de 8 cabezas y media, usado en cómics y figurines.
Otra idea interesante para practicar es representar distintas posturas, e incluso intentar el dibujo rápido, para captar cómo cambia la forma de las extremidades y cómo se relacionan las distintas partes entre si. Es muy importante observar que los codos nos quedan en la cintura, que las manos quedan a medio muslo o que la distancia de la rodilla al talón es la misma que a la cadera. La mejor manera de v
la proporción en el rostro humano
¿Y si lo que queremos es hacer un retrato? el rostro humano también mantiene unas medidas de proporción entre sus partes y la cabeza completa, y entre la cabeza y el resto del cuerpo. Cuando dibujamos una cara tenemos que relacionar los tamaños y las situaciones de los distintos elementos que la componen.
Si divides el óvalo facial en 4 partes iguales podrás ver que la nariz marca la vertical, y los ojos la horizontal. Los ojos se encuentran en el punto medio de la cabeza, considerando también la coronilla.
La distancia entre los ojos es igual al ancho de los mismos, y el largo de la nariz marca también el largo de las orejas y la altura a la que se sitúan. En este vídeo podrás ver cómo se definen las distancias en el
rostro humano.
En cuestiones de proporción y de dibujo del natural, es importante ensayar una y otra vez para conseguir buenos resultados. La observación del detalle y la relación entre las formas y el conjunto en sí son fundamentales.
Dibujar el cuerpo humano requiere mucha práctica. En este vídeo puedes ver un ejemplo de cuerpo a una proporción de ocho cabezas y media.